Para mantener los suelos en perfecto estado y mejorar su vejez es fundamental protegerlos. Por ello, realizamos tratamientos específicos para tratar cada tipo de suelo:
Cristalizado en suelos de terrazo y mármol para protegerlo de los agentes externos, lo que a su vez le proporciona brillo y deja la superficie antideslizante. Un suelo sin proteger se deteriora con mayor facilidad y, para recuperar un suelo ya deteriorado se tiene pulir, tratamiento que es más agresivo y costoso.
En suelos de linóleo, muy comunes en centros de salud y oficinas (debido a sus propiedades antibacterianas y antiestáticas y, a su larga duración), es conveniente realizar periódicamente un abrillantado con emulsiones y ceras específicas para protegerlos del desgate.